“Los complejos retos sociales a los que nos enfrentamos, requieren líderes que impulsen a las ONG a través de la innovación, diversidad, la colaboración, la adaptación, la influencia y la reputación. Transformándose ellos y sus equipos para alcanzar su propósito y fortalecer así su impacto social”.
Los líderes de las entidades del tercer sector deben liderar necesariamente el cambio de sus organizaciones para adaptarlas a la nueva realidad digital. Sin embargo, a menudo olvidan que tampoco ellos pueden permanecer ajenos a esta transformación digital.
El modo de ejercer la influencia también está cambiando decisivamente. Si bien las redes sociales no son una panacea universal, son y serán cada vez más una herramienta esencial para ayudar a los líderes y a sus organizaciones a alcanzar la misión y los objetivos sociales, y pueden aportar grandes beneficios, que se pierden si no se saca provecho de su potencial.
Todavía hay pocos líderes de organizaciones sociales que sean nativos digitales, por lo cual, en muchos casos, se trata de un tema en que tienen que formarse y que no les resulta igual de ‘natural’ que a las personas de generaciones más jóvenes. Una dificultad añadida es cómo conciliar la esfera personal con la profesional. Algunos expertos hablan de la importancia de que los líderes al frente de una institución tengan también presencia digital e incluso que su proyección personal esté por encima de la organizativa, como figura garante de los valores y de la causa, con la posibilidad de lanzar mensajes directos y personales, más allá de la comunicación corporativa, más clásica.
Liderazgo digital
No podemos hablar de influencia hoy en día sin hablar de las redes sociales y de la presencia en los medios digitales. Un líder digital tiene que conseguir lo mismo que un líder en el espacio público tradicional, es decir, generar debate sobre los temas que le interesan, compartir, interaccionar y mover a la acción al público al cual se dirige. Y ello también es aplicable a los líderes del tercer sector. Estos pueden utilizar sus perfiles en las redes sociales para ampliar el alcance de su liderazgo, conectar con otros colegas del sector, con los medios de comunicación y con responsables políticos.
Liderazgo innovador:
Los líderes de las organizaciones del tercer sector no son percibidos, pues, como muy emprendedores o innovadores. Sin embargo, fomentar el emprendimiento y la innovación es fundamental, no solo por la complejidad de los retos sociales a que se enfrentan las ONG, sino también como vía para diversificar sus fuentes de ingresos y hacer frente a las restricciones financieras. Además, la aparición de fenómenos híbridos, como el emprendimiento social, puede limitar o condicionar todavía más los fondos para las ONG.
En este contexto, resulta indispensable fomentar la innovación y el emprendimiento. Asimismo, y como vía para impulsar la innovación, el establecimiento de colaboraciones y alianzas se ha convertido en un requisito fundamental para las ONG hoy en día. La capacidad de innovación ya no es opcional, sino que debería convertirse en un requisito indispensable para los líderes sociales actuales. El propio sector no se percibe como innovador y a menudo se justifica en la falta de recursos económicos y de tiempo. El problema principal radica en que la innovación carece de estructura y no se han creado los mecanismos adecuados para que esté presente en los procesos habituales y a todos los niveles de la organización; por tanto, se necesita un enfoque de gestión explícito e intencional de la innovación, y promover una cultura orientada al emprendimiento y a la innovación que lo favorezca, y no solo su liderazgo.
https://www.pwc.es/es/publicaciones/tercer-sector/informe-liderazgo-social-pwc-esade.pdf
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