Uno de los retos principales al que se enfrentan las organizaciones sociales hoy en día es que la realidad cambia a una velocidad vertiginosa. El cambio constante es ahora la norma, más que una excepción. En tiempos inciertos, es más necesario que nunca tener un faro que nos guíe.
El propósito (purpose) se ha afianzado en los últimos años como un concepto fundamental en el ámbito organizativo. El propósito sirve como raíz: es aquello que estamos comprometidos a explorar de formas siempre nuevas, sin que se vea afectado por los cambios en el entorno. El propósito es atemporal; resiste la prueba del tiempo; proporciona un ancla en un mundo de incertidumbre, y aporta estabilidad en un mundo volátil.
Dos aspectos que se deben considerar:
- El propósito personal, individual, de liderazgo y
- El propósito de la organización. Los líderes de las organizaciones sociales deben tener un propósito de liderazgo en sintonía con el propósito general de la organización.
¿Qué es lo que nos motiva para liderar?
Es fundamental estar conectados con los propios valores y actuar con integridad desde ellos. Cabe cuestionarse sobre la motivación para liderar: ¿Surge desde una voluntad de servicio, de contribuir? ¿O bien surge desde el ego? Cultivar la vida interior y el silencio nos puede ayudar a esclarecer nuestras motivaciones y definir los valores clave que guiarán nuestra labor como líderes.
Fuente: PwC España
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